Uno de las tendencias que ultimamente está pegando fuerte en
el mundo de la repostería y concretamente en el de las tartas es el de las
naked cakes. La traducción literal
sería tarta desnuda y en eso
consiste esta tendencia en no cubrir los bizcochos ni con frosting, ni con
fondant ni con ningún otro tipo de cobertura. Se trata de una opción decorativa
distinta que aporta a la tarta un toque muy rústico.
Para adornar el pastel y darle color se le pueden añadir
todo tipo de frutas, aunque normalmente se utilizan frutos rojos como fresas,
arándanos o frambuesas y también se pueden adornar con flores e incluso con
ramas y hojas para conseguir ese aspecto rústico casi como si nos
transportásemos al bosque o a una merienda en el campo.
Estas tartas se están
convirtiendo en una opción muy popular en las bodas relegando a las típicas
tartas más elegantes y recargadas. Son perfectas para celebraciones al aire
libre o en lugares más informales donde lo que se busca es lograr un ambiente
vintage.
Si no nos gusta que sea tan evidente también existe un
término medio que se podría denominar seminaked cake y que consiste en cubrir
un poco el bizcocho con la crema o hacerlo solo en uno de los pisos logrando
una imagen más elegante pero sin perder ese toque rústico. A mi me gusta mucho
la idea ya que es una decoración más desenfadada y vintage que a la vez se
aleja un poco de lo clásico. ¿Qué opináis de esta tendencia?
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