Cupcakes de fresa y chocolate blanco (San Valentín)

Febrero es el mes del amor y hoy vamos a celebrarlo con estos estupendos cupcakes de fresa y chocolate blanco. Aunque hoy en día San Valentín nos parece una fiesta de lo más comercial su historia se remonta al Imperio Romano. Durante aquella época hubo un gobernador llamado Claudio II que decidió prohibir los matrimonios entre parejas jóvenes ya que los soldados solteros rendían mejor y no dejaban ataduras. Sin embargo San Valentín no estaba de acuerdo con esta norma y casaba en secreto a los jóvenes enamorados. Finalmente fue descubierto encarcelado y martirizado hasta la muerte un 14 de febrero. Pero en la actualidad seguimos recordándolo como la exaltación del amor así que os aconsejo que compartáis estos deliciosos cupcakes con todas las personas a las que queráis. Bon Apetit!!!

                                                     INGREDIENTES

Masa de fresa (6-8 unidades)                        Buttercream de chocolate blanco

60g de mantequilla                                       150g de azúcar glass

60ml de leche agria                                      125g de mantequilla

110g de azúcar                                             90g de chocolate blanco
                                                     

105g de harina

2 huevos

1 cucharadita de levadura

½ cucharadita de esencia de fresa

Para hacer nuestros cupcakes románticos lo primero que vamos a hacer es medir la leche y añadirle media cucharadita de limón para conseguir buttermilk (leche agria) ya que en los supermercados convencionales es difícil de encontrar. Mientras reposa, vamos mezclando la mantequilla pomada con el azúcar, a continuación  agregamos los huevos de uno en uno. En este punto echamos media cucharadita de esencia de fresa si no tenemos podemos agregar mermelada de fresa.

Después tamizamos la harina con la levadura, añadimos la mitad y continuamos mezclando. Luego vertemos la leche agria y por último la harina sobrante. Encapsulamos la masa y horneamos a unos 170º más o menos 20 minutos. 

Para hacer el frosting, primero vamos a derretir el chocolate blanco en el microondas pero en intervalos de 30 segundos para que no se queme y lo dejamos templar. Por otro lado ponemos la mantequilla junto con el azúcar glass, previamente tamizado, en un bol y batimos un minuto a velocidad baja y unos minutos más subiendo la velocidad. A continuación añadimos el chocolate blanco y seguimos mezclando un poco más hasta conseguir la textura deseada.