Una de las cosas que más me gusta de la primavera es que es la temporada de mi fruta a favorita
que no es otra que la fresa. Me encanta comerla sola, con nata, con
chocolate, azúcar, en fin, podría estar horas. Pero lo que me gusta de
verdad es que mi madre venga a casa con una caja repleta de fresas y
prepare mermelada casera. Esta es su manera de hacerla asi que espero
que os guste y ya sabéis, bon apetit!!!
1 kg de fresas limpias
600 gr de azúcar
Le quitamos los rabitos a las fresas, las lavamos con agua fresca y las dejamos escurrir sobre un papel con el fin de que empapen todo el agua. Después troceamos las fresas y en un recipiente vamos poniendo una capa de azúcar, otra de fresas y asi hasta que se terminen, dejamos macerar toda la noche. Cuando transcurra el tiempo, ponemos a escurrir las fresas y el almíbar que va cayendo lo hervimos. En cuanto comience a espesar se incorporar las fresas y dejamos hervir unos ocho minutos, si se forma espuma se irá recogiendo con una espátula. Para el siguiente paso tenemos dos opciones, si te gusta que la mermelada tenga cachitos de fresa se echa directamente al frasco y se cierra herméticamente, si no queremos encontrarnos pedacitos, trituramos las fresas con el almíbar. Después las volvemos a hervir unos minutos y después lo dejamos enfriar. Cuando la mermelada se haya enfriado la metemos en los tarros y los cerramos herméticamente. Para que se conserven durante más tiempo, ponemos una olla grande con paño en la parte de abajo, metemos los tarros y los cubrimos con abundante agua y se dejan unos veinte minutos.