¿Alguna vez habéis tenido invitados imprevistos y no teníais nada para ofrecerles? En mi opinión estás pastitas son ideales para acompañar una taza de café o té y quedar genial con las visitas. Además están hechas con nuestras propias manos y se conservan muy bien. La receta la he sacado del libro "Boutique de Pastelería" de Peggy Porschen aunque yo utilicé otros moldes,lo bueno es que cada uno puede darles la forma que quiera.Bon apetit!
INGREDIENTES
200 gr de mantequilla
200 gr de azúcar
Una pizca de sal
1 huevo
350 gr de harina
50 gr de cacao en polvo
Mezclamos la mantequilla con el azúcar y la sal hasta que quede una pasta bien integrada, en otro bol batimos el huevo y lo vamos incorporando poco a poco a la mezcla anterior. Tamizamos la harina y el cacao y los añadimos también hasta conseguir una masa homogénea. Este paso se puede hacer con las manos o bien con el utensilio de la batidora para tal fin. Después tenemos que hacer una bola con la masa, cubrirla de papel film y meterla en el congelador durante mínimo media hora. Cuando haya pasado el tiempo, sacamos la bola y la amasamos un poco, después la extendemos dejando más o menos medio dedo de grosor (que no quede muy gorda pero tampoco muy fina). Cortamos la masa con el cortador o los cortadores que hayamos elegido y vamos poniendo las pastitas en una bandeja cubierta con papel de horno. Metemos la bandeja otra media hora en la nevera, pasado el tiempo horneamos las pastas unos 6 o 7 minutos aunque lo mejor es ir echándolas un vistazo y no dejar que se queden muy duras.
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