Minicake de melocotón

Hoy vengo con la receta de una minicake, es decir, una tarta de fondant pero individual que puede ser ideal para los invitados de una boda o evento especial. Hacia tiempo que quería tratar de hacer esta tarta y por fin he encontrado un ratito para ponerme a cocinar, la verdad es que me costó más de lo que pensaba ya que creía que al tratarse de un bizcocho más pequeño todo iba a ser más sencillo pero el tamaño hace que tengas que ser especialmente cuidadoso.

Para el relleno he decidido utilizar melocotón ya que es una fruta que comienza a estar de temporada en estas fechas y creo que le aporta a los postres un toque fresco y jugoso. Espero que os guste, bon apetit!!!

                                           INGREDIENTES

Bizcocho básico

4 huevos

100 gr harina

100 gr azúcar

1 cucharadita estracto de vainilla

4 gr de levadura

Almíbar

Un  vaso de agua

Medio vaso de azúcar

Una cucharadita de jugo de melocotón en almíbar

Buttercream de melocotón

125 gr de mantequilla

163 gr de azúcar glass

4 cucharadas de mermelada de melocotón

2 cucharadas de leche

 


















Calentamos los huevos junto con el azúcar al baño maría hasta que éste se disuelva y lo batimos todo hasta que se monten los huevos. Después añadimos la vainilla, batimos un poco más y por último agregamos la harina y la levadura (tamizadas) y vamos mezclando todo con una espátula realizando movimientos envolventes. Ponemos la mezcla en un recipiente cuadrado no muy alto para y horneamos a 160º durante unos 35 minutos, el resultado debería ser una placa de bizcocho consistente. Dejamos que enfríe y con un cortador redondo de unos  9 centímetros de diámetro y cortamos tres círculos de bizcocho.

Cubrimos almíbar en cada capa, después hacemos un dique con la buttercream (para que contenga el relleno) y en medio echamos la mantequilla. Cuando hayamos puesto la última capa metemos la tarta en la nevera cubierta con papel transparente durante unas horas. Transcurrido el tiempo la sacamos y la cubrimos homogéneamente con una capa de la buttercream que nos haya sobrado. Ya solo queda forrar la tarta con el fondant y decorarla al gusto.