Uno de los primeros dulces que me enamoró y despertó mi curiosidad por la repostería fueron los macarons. Fue durante una época que trabajaba cerca de una de las mejores pastelerías de Bilbao y cada vez que salía me compraba una bolsita para comérmela en el metro de vuelta a casa.
Estos pequeños pastelitos de almendra molida, azúcar y clara de huevo, son una auténtica exquisitez. Aunque son considerados típicamente franceses, se cree que su origen podría remontarse al Renacimiento cuando aparecieron por primera vez en Venecia y su nombre podría venir de la palabra maccherone "pasta fina".
Personalmente me parece que los macarons son un bocado delicioso y como casi todo lo bueno muy difícil de conseguir ya que deben estar crujientes por fuera y blandos por dentro. Pero he aceptado el reto y me he puesto manos a la obra, de momento este es mi primer proyecto macaron aunque prometo seguir mejorando ;). La receta la he sacado de un libro que se titula "Macarons, un postre delicioso y chic" de Annie Rigg.
Estos pequeños pastelitos de almendra molida, azúcar y clara de huevo, son una auténtica exquisitez. Aunque son considerados típicamente franceses, se cree que su origen podría remontarse al Renacimiento cuando aparecieron por primera vez en Venecia y su nombre podría venir de la palabra maccherone "pasta fina".
Personalmente me parece que los macarons son un bocado delicioso y como casi todo lo bueno muy difícil de conseguir ya que deben estar crujientes por fuera y blandos por dentro. Pero he aceptado el reto y me he puesto manos a la obra, de momento este es mi primer proyecto macaron aunque prometo seguir mejorando ;). La receta la he sacado de un libro que se titula "Macarons, un postre delicioso y chic" de Annie Rigg.
Ingredientes:
- 2 cucharadas de cacao en polvo
- 180 gr de azúcar glass
- 100 gr de almendras molidas
- 120 gr de claras de huevo
- Una pizca de sal
- 40 gr de azúcar
- Colorante rojo
Lo primero que debemos hacer es mezclar las almendras molidas con el azúcar glass y en este caso también el cacao tamizado. Se baten a velocidad baja, se remueve el fondo y se vuelve a batir hasta que quede homogéneo, volvemos a tamizar la mezcla y en este paso vamos a añadir el colorante rojo, y reservamos. Por otro lado echamos las claras en un bol con una pizca de sal y batimos hasta que quede una textura parecida al jabón, en ese momento, sin dejar de batir, añadimos el azúcar poco a poco y seguimos montando hasta que al dar la vuelta al cuenco no se caigan las claras.
El siguiente paso será mezclar las claras con la masa de almendras y azúcar glass, para ello verteremos las claras de una vez sobre la masa y con una espátula iremos removiendo despacio con movimientos envolventes para que no se bajen las claras. Cuando ya tenemos la masa solo nos queda hornear los macarons, para ello tenemos varias alternativas, si lo vamos a hacer manualmente necesitaremos una plantilla así que cogemos un papel de horno y con un rotulador y un tapón de botella vamos dibujando círculos dejando 1,5 centímetros entre ellos. Para repartir la masa podemos un usar una manga pastelera con la que iremos rellenando con mucho cuidado los círculos. Por suerte, a mi este año en Navidad me trajeron el kit de Lékué para hacer macarons y la verdad es que me facilitó mucho el trabajo.
Por último pero no menos importante, horneamos a 145º unos 15 minutos, dependerá del horno y cuando estén listos los dejamos por lo menos media hora secando antes de rellenar.
Relleno
- 150gr de chocolate negro
- 150 ml de nata líquida
- 1 cucharada de azúcar moreno
- Una pizca de sal
Ponemos en un cazo el chocolate troceado y reservamos, por otro lado ponemos la nata con el azúcar al fuego hasta se ponga a hervir, entonces apartamos, echamos la sal y vertemos sobre el chocolate, cuando esté deshaciéndose removemos y dejamos enfriar. Ya solo quedaría rellenar los maracons.Bon apetit!!!
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